Los y las invito a que disfrutemos el camino y sus paisajes, sin olvidarnos de las estaciones de encuentro.
Cuando inicié el curso, Evaluación en ambientes digitales, lo primero que se me
vino a la mente, fue intentar hacer un recorrido de mi época de estudiante (de
todos los niveles), sobre los momentos de evaluación, e intentaba identificar
en cada momento: qué me acordaba del instrumento, qué me acordaba de los
contenidos desarrollados, qué aprendí en esa instancia, cuáles eran mis
emociones y sentimientos, entre otras características. En general, llegué a la
conclusión que no era muy positivo todo lo que pude recuperar.
Entonces el siguiente paso fue, pensar en mi época de docente, cuáles fueron
las herramientas y circunstancias de evaluación, en esta trayectoria. Pude encontrar algunas similitudes en ambas épocas, aunque en la segunda época, he
intentado diferenciarla de la primera. Aunque siento que no siempre lo he logrado,
pero en algunas ocasiones si y fueron muy provechosas para mí, espero que
para mis alumnos también.
Sé que en este módulo, nos brindarán herramientas y que no es una
solución mágica, pero será de gran ayuda y un gran inicio, en la renovación de
la evaluación.
Para iniciar el recorrido del módulo 1, los videos de Linda Castañeda fueron muy dinámicos, concisos y entendibles, sobre la evaluación. Además me ayudó a recordar los tres tipos de evaluación según su función, que a veces en la práctica cotidiana se van desdibujando. Siendo tres tipos: Diagnóstica, Formativa y Sumativa, los conceptos de cada una me recordó que al momento de realizar una evaluación, hay que tener en cuenta cuál es su función, para realizar una evaluación adecuada para los estudiantes.
Creo que la evaluación por competencias, desde mi perspectiva es un gran desafío, pero me abriría muchas puertas y ventanas. Coincido con Cappelletti: “Evaluar competencias exige la creación de dispositivos o instrumentos apropiados para ello, donde se concede una importancia particular a algunas acciones de los estudiantes, como su capacidad de comunicar sus opiniones, argumentar, o capacidad para actuar de manera autónoma (2018)”. Como mencioné inicialmente es un desafío tanto para el o la docente como para los estudiante.
Además, me parece importante destacar, la relación de la evaluación con
la vida real de los o las estudiantes, o posibles casos reales, generando de
esta forma aprendizajes significativos, e integrando a la evaluación como una etapa
más del proceso aprendizaje-enseñanza.
Gracias Gabriela por compartir tu reflexión. Te mando mensaje y pronto recibirás mi devolución en la plataforma.
ResponderEliminarSaludos
Elisabeth